
1.- No es tu dinero, es un crédito que te da una institución a cambio de altas tasas de intereses
2.-Pierdes el control de lo que gastas cada mes
3.-Te conviertes en un comprador compulsivo
4.-Con el famoso “extra-financiamiento” terminas pagando un interés sobre el interés normal de la tarjeta
5.- Si te atrasas un día en el pago comienzan a generar más intereses
6.- Te cargan cuotas por seguro de robo, seguro contra fraude, etc. esto se traduce en más gastos para tu bolsillo.
Así que, que estas esperando para deshacerte de ese dolor de cabeza y comenzar a recuperar tus finanzas, podemos iniciar por cambiar tu tarjeta de crédito por una de debito que tiene todas las ventajas de aquella pero sin esos dolorosos intereses por ejemplo:
1.- Es tu dinero el que gastas, sin interés adicional
2.- No corres riesgos de llevar efectivo
4.-Es más fácil llevar un control de tus gastos, igual si llegas a tu limite o se terminan tus fondos, se terminan tus compras (pero siempre lleva un control detallado)
5.-Si necesitas un crédito, mejor ahorra toda la cantidad que pagabas en intereses por tu tarjeta de crédito y crea un fondo personal, así podrás comprar al contado y no al crédito pagando el doble del valor original del articulo (por los intereses), incluso te servirá para esas emergencias medicas que puedan surgir.

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