El tamarindo es un árbol muy
apreciado, no solo de uso medicinal, sino también culinario; es originario de
la sabana africana, se extendió por Asia y desde luego por América, desde los
tiempos en que trasportaban esclavos hacia el “nuevo mundo”.
La fruta del tamarindo es una
vaina de 12 a 15 cm de largo de color marrón, dentro encontramos una pulpa
suave de sabor dulce y ácido a la vez, también de color marrón con semillas
negras brillantes, siendo esta la parte más utilizada tanto en medicina
alternativa como en la cocina. En su composición química destacan la vitamina
B, calcio, magnesio, potasio, carotenos, flavonoides, la pectina (fibra
solublre), safrol, glúcidos (65-70%), hordenina (alcaloides), y ácidos
orgánicos, en especial el ácido cítrico málico y tartárico (8-12%), este último
le da su lugar como una de las frutas más acidas que existe.
Para la Digestión: De la forma más sencilla el fresco de tamarindo
actúa como un suave laxante, aumenta
los movimientos intestinales, previniendo el estreñimiento, 100 gramos de pulpa
proporcionan aproximadamente un 13% del valor diario de fibra dietética, además
ofrece protección a la mucosa del colon contra productos químicos nocivos, esto
es debido a su alto contenido en glúcidos y pectina, que se encargan de limpiar
el intestino, provocando heces blandas y sin cólicos, lo que le convierte en el
laxante ideal por excelencia, se recomienda tomar de 20 a 40 gr. de pulpa
diluida en agua, hasta 3 tomas diarias, esto según cada organismo pues en mi
caso particular lo consumo como fresco y con un vaso al día tengo más que
suficiente.
En ocasiones se puede combinar con
el sen para reforzar su efecto laxante, pero en este caso no deberá exceder a 7
días. También se puede incluir en dietas
para adelgazar, especialmente si se combina con una rutina de ejercicios.
Astringente, Antihelmintico y Vermífugo: Remedio eficaz utilizado
en regiones de África, y la India, en este caso se usan las hojas en forma de
infusión de 30 g. de hojas secas por litro de agua, tomar 3 tazas al día.
Propiedades Cardiovasculares: El extracto de tamarindo tiene
grandes propiedades antioxidantes, que pueden ayudar a prevenir la
arteriosclerosis y por su alto contenido de potasio ayuda a regular la
frecuencia cardiaca y presión arterial mediante el control de los efectos del
sodio, lo que ayuda a tener el corazón saludable.
Colerético y Colagogo Suave: Tiene propiedades protectoras y
descongestionantes del hígado, conviene en trastornos biliares por su capacidad
de favorecer el vaciamiento de la vesícula biliar, también ayuda a bajar los
niveles de azúcar y colesterol en la sangre así como a descongestionar el
hígado graso. Tomar infusión de 30 g. de hojas secas por litro de agua, hasta 3
tazas diarias, tomar de 20 a 40 g. de
pulpa diluida en agua hasta 3 tomas diarias.
Refrescante y Tonificante: Como tiene un alto contenido en ácidos orgánicos
que aportan propiedades refrescantes y tonificantes, por lo que es muy
utilizado como antipirético para bajar la fiebre, también para entrenamientos
deportivos, así mismo ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, protege al
cuerpo de resfríos y funciona como un estimulante del apetito. Tomar infusión
de 30 g. de hojas secas por litro de agua, hasta 3 tazas diarias, tomar de
20 a 40 g. de pulpa diluida en agua
hasta 3 tomas diarias.
Como Refresco: Diluir la pulpa en agua o se puede licuar (y
colarlo), endulzar con miel o dulce preferiblemente.
Contraindicaciones: Aumenta la absorción de la aspirina, lo que
puede aumentar el riesgo de sangrado, no es indicado para mujeres embarazadas o
en periodo de lactancia.
Aprovechemos las riquezas de la
naturaleza, que además de ser deliciosas son saludables y nutritivas.
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